Estudiando la actividad de la fauna en la hojarasca: Un pequeño mundo por descubrir


Figura 1: La red trófica de la hojarasca. La abundancia y diversidad de la fauna del suelo es fundamental para su salud. Las flechas negras muestran «quién se come a quién», y los organismos pueden clasificarse en: (1) descomponedores primarios que se alimentan directamente de la hojarasca; (2) descomponedores secundarios que se alimentan de descomponedores primarios; (3) pequeños depredadores que se alimentan de descomponedores primarios y secundarios; y (4) grandes depredadores que se alimentan de pequeños depredadores y grandes descomponedores. Las flechas naranjas muestran el proceso de descomposición, por el que la materia muerta se transforma en alimento del cual se alimentan las plantas. Para completar el proceso de descomposición de las hojas que caen (flecha marrón), también son necesarios la luz solar, las precipitaciones y un buen flujo de aire.

Figura 2: Nuestro montaje experimental. (A) Nuestro estudio se llevó a cabo en 4 bosques de hazas 3n Asturias, España. (B) Instalamos mesocosmos que estaban parcialmente enterrados en el suelo, cada uno con una pantalla de fibra de vidrio en la parte superior para evitar el escape de los artrópodos y un techo de plástico para bloquear las precipitaciones. (C) Cada mesocosmos contenía trampas de caída y las nuevas trampas «cul-de-sac» y canasta. (D) Las trampas de caída estaban enterradas en el suelo, mientras que las «cul-de-sac» y las tipo canasta estaban incrustadas en la capa de hojarasca. (E) Vista desde arriba de un mesocosmos con 4 trampas de caída, 2 «cul-de-sac» y 2 canasta (fotografías y algunos dibujos fueron reutilizados desde el artículo original).

Figura 3: ¿Qué tipo de trampa mide mejor la actividad de la fauna de la hojarasca? Para estimar la abundancia natural de artrópodos, recogimos 5 muestras de hojarasca de cada mesocosmos. También utilizamos trampas de caída, «cul-de-sac» y de canasta para estimar la actividad de los artrópodos. En comparación con las nuevas trampas, las trampas de caída: (A) retenían el doble de agua que las otras dos trampas; (B) capturaban entre un 20% y un 33% más de animales por unidad de tiempo; por ejemplo, por hora, que las nuevas trampas; (C) capturaban más macrofauna que mesofauna; y (D) capturaban más depredadores que presas. Esto nos indica que las nuevas trampas miden mejor la actividad de los artrópodos del suelo (las fotografías y algunos dibujos fueron reutilizado desde el artículo original).
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Dolores Ruiz-Lupión 1*†, María Pilar Gavín-Centol1 and Jordi Moya-Laraño1
1 Department of Functional and Evolutionary Ecology, Estación Experimental de Zonas Áridas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EEZA-CSIC), Almería, Spain
Cientos de miles de pequeñas criaturas viven en los suelos. Algunos comen plantas vivas, animales vivos o ambos. Otros, llamados descomponedores, consumen plantas muertas y los desechos de otros seres vivos (sus excrementos y sus cadáveres), y los transforman en comida para las plantas. La salud de los suelos depende en gran parte en la presencia de descomponedores, y por lo tanto es necesario estudiar como estas criaturas se pueden ver afectadas por el cambio climático. Con este fin, hemos construido una nueva tipo de trampa para capturar animales vivos de los suelos, que hemos llamado trampas «cul-de-sac» o canasta trampa. Aquí mostramos como estas trampas son mejores para estudiar la actividad animal (que tanto se mueven en el suelo) comparadas a los equipos más usados a la fecha, trampas de caída. Comparativamente, nuestras trampas capturan más animales activos y previene que los depredadores maten a las presas adentro, lo que ayuda a mejorar la precisión de estudios futuros al rededor del mundo.
¿POR QUÉ LOS SERES VIVOS SON TAN IMPORTANTES PARA LOS SUELOS?
Los suelos son universos principalmente desconocidos, sistemas complejos conformados por una mezcla de aire, minerales, compuestos orgánicos y organismos vivos que están relacionados entre si y con el medioambiente. Estas relaciones entre seres vivos son llamadas interacciones, las que tienen lugar cuando los organismos se comunican, alimentan los unos de los otros o polinizan flores, entre otras interacciones. Actualmente, no sabemos cuantas especies de animales, hongos y bacterias viven en los cuatro primeros metros del suelo (Figura 1, perfil del suelo); pero si sabemos que los suelos contienen la más grande biodiversidad en la Tierra, con unas 1,5 millones de especies descritas de un total estimado de 2 mil millones. Entre esta abrumante biodiversidad, la fauna del suelo realiza muchas funciones importantes que son necesarias tanto para la salud del suelo como para el bien estar humano [1]. Por ejemplo, una de estas funciones es la descomposición de animales muertos y plantas, un proceso en el que la materia muerta es transformada en alimento del cual las plantas se puedan alimentar (Figura 1, flechas naranjas). Sin los animales descomponedores los suelos sanos desaparecerían, y tanto la vida silvestre como la humanidad se verían afectadas. Aún más, algunos de estos animales actúan como ingenieros del ecosistema, creando, modificando y manteniendo la estructura del suelo (como las hormigas o lombrices de tierra cuando escavan agujeros). Otros animales que viven en el suelo son enemigos naturales de pestes, ayudando a los granjeros a proteger sus cultivos. Por lo tanto, un suelo con mayor abundancia y diversidad de fauna proveerá más beneficios, y es por ello que estos organismos son buenos indicadores de la salud del suelo [2]. Así, muestrear y analizar estas criaturas es esencial si es que queremos entender y preservar los suelos y las funciones que proveen.
LA IMPORTANCIA DE LAS REDES ALIMENTICIAS EN LA HOJARASCA
Cerca del 97% de las especies de la fauna del suelo son invertebrados, animales sin un esqueleto interno, tales como nematodos, gusanos blancos, lombrices de tierra, babosas o caracoles. Estudiamos principalmente un tipo de invertebrados que usualmente viven en la hojarasca y que poseen esqueletos externos, cuerpos segmentados y pares de apéndices con articulaciones: los artrópodos. Estos animales pueden variar ampliamente en tamaño desde los diminutos hasta ser más grande que una mano. Los artrópodos de la tierra son agrupados en dos categorías de tamaño: mesofauna (0.2-2.0 mm) tales como los ácaros y colémbolos, y macrofauna (>2.0 mm) tales como las arañas, escarabajos, ciempiés y milpiés (Figura 1, recuadro gris). Todos estos animales se organizan al rededor de lo que llamamos las redes alimentarias, en las cuales las relaciones depredador-presa son gobernadas por la regla de “el pez grande se come al pez pequeño”; osea, las especies más grandes depredan (matan y alimentan) de varias de las pequeñas, mientras que las especies pequeñas depredan las especies aún más pequeñas o de las crías de las más grandes
(Figura 1, flechas negras). Esta interdependencia entre las especies significa que las redes alimentarias son sistemas frágiles, en el que la extinción de una especia puede causar la extinción de otras, causando que toda la red alimentaria se desmorone como un “castillo de naipes” (Video 1). Por lo tanto, estudiar el funcionamiento de las redes alimentarias es crucial para el monitoreo de la salud del suelo.
Video 1: Un video ilustrativo de una red alimentaria desmoronándose como una “castillo de naipes”: https://www.youtube.com/watch?v=GkiDQV9C3iY |
USANDO TRAMPAS PARA MEDIR LA ACTIVIDAD DE LOS ARTRÓPODOS EN LA HOJARASCA
No todos los animales del suelo buscan comida al mismo tiempo, ni por la misma cantidad de tiempo, lo que determina cuales animales se encuentran e interactúan entre ellos en el suelo. Por ello, las interacciones depredador-presa en las redes alimentarias podrían ser influenciadas por los patrones de actividad (por ejemplo diurna o nocturna) de diferentes animales. Nuestro principal objetivo es el estudio de la actividad de los artrópodos de la hojarasca usando distintos tipos de trampas. El uso de trampas para medir la actividad animal puede ser un enfoque apropiado para monitorear el funcionamiento y salud de los suelos. Aun así, todavía no está claro si las capturas en las trampas son una estimación de la actividad, abundancia o una mezcla de las dos [3]. Esto es porque las trampas en una ubicación con más artrópodos atrapara un mayor número de ellos si es que son más abundantes, pero también si se mueven durante más tiempo (o sea, porque son más activos). Desde principios del 1900, el método estándar para recolectar fauna del suelo y medir su abundancia y/o diversidad de los artrópodos del suelo a sido usar trampas de caída. Estas trampas consisten en contenedores enterrados en la tierra en los que cae la fauna que se arrastra por la hojarasca. Usualmente, los contenedores son llenados parcialmente con un liquido para matar y preservar los organismos atrapados. Además de las trampas de caída, existen otros métodos para muestrear la abundancia y/o diversidad de los artrópodos de la tierra [4]. En nuestro estudio, estábamos interesados en evaluar la actividad, no solo la abundancia, de los artrópodos de la tierra. Por ello, usamos trampas de caída sin el liquido preservante, lo que nos permitió recolectar especímenes vivos que pueden ser devueltos a la hojarasca.
Sin embargo, las trampas de caída tienen varios problemas, incluyendo el hecho que animales o muy pequeños o muy grandes no caen en ellas, ya sea porque son más grandes que la entrada de la trampa o tan pequeños que detectan el borde de la trampa y se alejan de ella. Algunos animales incluso pueden caminar en las paredes de la trampa sin caer en ellas. Esto significa que las trampas de caída podrían no darnos buenas estimaciones de la comunidad hojarasca en su totalidad, lo que podría llevar a conclusiones erradas sobre las interacciones depredadores-presas cuando usamos estas trampas [3].
Por eso, desarrollamos dos nuevos dispositivos de captura para mejorar el monitoreo de la actividad animal, unas bolsas con malla de un material fino en la forma de un calcetín llamadas trampas «cul-de-sac» (o callejón sin salida), y cestas cuadradas hechas de alambres similares a una caja con agujeros sin tapa llamadas trampas “canastas” [5], en el que la transición entre el borde de la trampa y la hojarasca alrededor es menos perceptible para los animales del suelo que las trampas de caída.
DISTINGUIENDO ENTRE ACTIVIDAD Y ABUNDANCIA
Nuestro principal objetivo era averiguar qué trampas eran mejores para monitorear la actividad animal, distinguiendo entre abundancia (cuántos animales habían) de la actividad (cuánto se mueven). Utilizamos trampas para estimar la actividad; es decir, los animales que caen dentro de una trampa mientras está ubicada en el campo deberían reflejar cuánto se mueven. Sin embargo, las cosas no son tan simples. Por ejemplo, el número de animales capturados directamente en la hojarasca es una estimación de su abundancia; es decir, la cantidad de animales presentes independientemente del momento. Por lo tanto, a diferencia de la actividad, la abundancia no se ve afectada, por ejemplo, por las condiciones meteorológicas del día del experimento en que capturamos los animales. Y es aquí que las cosas se complican: la abundancia animal afecta el número de animales capturados en las trampas, independientemente de su actividad. Por lo tanto, para diferenciar la actividad de la abundancia, tuvimos que contar y clasificar los artrópodos dentro de las trampas (actividad) y dentro de la hojarasca afuera de las trampas (abundancia). Esta distinción es muy importante porque la medida de la actividad de los artrópodos del suelo no puede realizarse sin conocer la abundancia. Imagina un lugar en en el suelo habitado por 2 individuos de una especie (Sp1) de escarabajos muy activos que se mueven mucho, y por 20 escarabajos de una especie muy abundante pero sedentaria (Sp2), es decir, que se mueven muy poco. Si nuestras trampas recogiesen 2 escarabajos de cada especie en ese lugar, concluiríamos que la actividad de ambas especies es similar. Sin embargo, en realidad los 2 individuos de la primera especie (Sp1) serían capturados por su alta actividad, mientras que los dos segundos (Sp2) serían capturados porque esta especie es mucho más abundante. Solo porque Sp2 está presente en gran número se capturan dos en las trampas, aunque estos escarabajos se mueven mucho menos. Una medición independiente de abundancia sirve a los investigadores para corregir estas diferencias y tener mediciones precisas de la actividad.
ESTABLECIENDO NUESTRO EXPERIMENTO MESOCOSMOS
En la primavera de 2013, llevamos a cabo un experimento en 4 bosques de Haya común (Fagus sylvatica L.) en las montañas de Cantabria, España (Figura 2A). Los hayedos tienen hojas relativamente grandes que caen en otoño, formando una capa de hojarasca usualmente de al menos 10 cm, que alberga un gran número de artrópodos[6]. Trabajar en los suelos de hojarasca ofrece una gran ventaja: los animales viven y están activos en las capas superficiales de los suelos la mayor parte del tiempo, mientras que en los suelos de otros ecosistemas terrestres la fauna es más activa en las capas más profundas, lo que hace difícil atrapar animales vivos.
Todas las trampas usadas en el estudio fueron hechas a mano. Las trampas de caída (Figura 2C, izquierda) consisten de un vaso plástico con la base cortada y una tela adherida al fondo para prevenir que los animales más pequeños escapen mientras que a la vez permite que el agua escurra. Esta tela era muy fina, con un tejido de alrededor de 200 μm. Además, para minimizar la entrada de luz de sol e imitar las condiciones de oscuridad dentro de la hojarasca, una tapa cuadrada de madera fue puesta en la parte superior de cada trampa de caída en la hojarasca. Las trampas «cul-de-sac» (Figura 2C, centro) fueron hechas firmes al coser un alambre en forma oval al rededor de la entrada de las trampas. Las trampas canasta (Figura 2C, derecha) consistieron de mallas de alambre de 20 x 20 x 7 cm y huecos de 1 x 1 cm. Una vez construidas las trampas, colocamos varios contenedores de metal cuadrados enterrados en la hojarasca del bosque, llamados mesocosmos (Figura 2B). Luego recolectamos hojarasca de los alrededores de cada mesocosmos, removimos toda la fauna de esta hojarasca en el laboratorio, llenamos cada trampa con esta hojarasca libre de fauna y finalmente colocamos las trampas en el terreno. Las trampas «cul-de-sac» y de canasta fueron incrustadas en la capa de hojarasca dentro de los mesocosmos, y las trampas de caída fueron enterradas en el suelo de los mesocosmos (Figura 2D). En total, 4 mesocosmos fueron puestos en cada bosque, cada uno con 4 trampas de caída, 2 «cul-de-sac» y 2 trampas canasta (Figura 2E). Para comenzar nuestras observaciones con condiciones similares de humedad en las trampas y los alrededores, colocamos techos en los mesocosmos para bloquear toda la lluvia con 15 días de antelación.
Este procedimiento proporcionó unas condiciones de humedad uniformes dentro de los mesocosmos, garantizando que los animales no se movieran para buscar o evitar la humedad. Luego de recolectar las muestras desde las trampas y la hojarasca alrededor de las trampas, se siguieron cinco pasos en el laboratorio: (1) pesamos la hojarasca de cada muestra (peso húmedo); (2) removimos y contamos los artrópodos; (3) usando un microscopio de disección clasificamos los artrópodos según su tamaño (macrofauna versus mesofauna), dieta (depredador versus presa) y grupo principal (ácaros, colémbolos, arañas, ciempiés, milpiés o escarabajos); (4) secamos la hojarasca de cada trampa y las pesamos nuevamente (peso seco); y (5) calculamos el contenido de agua en cada trampa usando la diferencia entre peso húmedo y peso seco de las hojarasca. Usamos herramientas estadísticas para llegar a conclusiones desde los datos numéricos que obtuvimos en terreno. Necesitamos usar estas herramientas para incluir la corrección por abundancia (ver la sección anterior), asegurando que estábamos testeando las diferencias entre actividad y no en abundancia [7].
En resumen, testeamos la actividad de cada grupo y si algún tipo de trampa capturaba más a unos grupos que a otros. Por ejemplo, comparamos las capturas de animales grandes (macrofauna) frente a los pequeños (mesofauna), así como los de depredadores frente a las de presas. Con este conjunto de comparaciones, pudimos evaluar qué tipo de trampa funciona mejor para estudiar la actividad de los artrópodos.
QUE TIPO DE TRAMPAS MIDEN LA ACTIVIDAD DE MEJOR MANERA?
Mediante nuestros experimentos, encontramos que las trampas tipo «cul-de-sac» y canasta funcionaban mejor que las trampas de caída. Primero, las trampas de caídas retienen casi el doble de agua que las trampas «cul-de-sac» y canasta, lo que podría resultar en atracción para algunos animales y repulsión para otros. Adicionalmente, la hojarasca en estas nuevas trampas tenia un contenido de agua similar al de la hojarasca circundante afuera de las trampas (Figura 3A). Segundo, las trampas «cul-de-sac» y tipo canasta capturaron entre 3 a 5 veces más animales por unidad de tiempo, por ejemplo por hora, que las trampas de caída. Así entonces, estas últimas subestimaron la actividad de la fauna de la hojarasca (Figura 3B). Tercero, las trampas de caída capturaron más macrofauna que mesofauna y más depredadores que presas. Esto significa que los depredadores que cayeron en las trampas de caída podrían haberse comido una parte de la fauna más pequeña antes de recolectar las trampas (Figura 3C, D). Por ello, concluimos que las trampas «cul-de-sac» y tipo canasta se desempeñaron mucho mejor que las trampas de caída.
POR QUÉ ESTAS NUEVAS TIPOS DE TRAMPAS IMPORTAN?
Nuestras nuevas trampas «cul-de-sac» y trampas canasta son herramientas prometedoras para las y los ecólogos de suelo, dado que funcionan mucho mejor que las trampas de caída, que han sido ampliamente usadas para evaluar abundancias durante el último siglo. Estas nuevas trampas ayudarán a las y los científicos a estimar con mayor precisión la actividad de los artrópodos del suelo, lo que mejorará nuestro conocimiento de los ecosistemas terrestres con hojarasca. Además, estos son dispositivos baratos que uno puede fácilmente construir por si misma o mismo (con tela, alambres, plástico, y/o mallas metálicas de diferentes tamaños, algo de pegamento y hojarasca), permitiéndonos aprender más sobre los animales del suelo y, por lo tanto, sobre la salud de los ecosistemas. Estas nuevas trampas capturan animales más eficientemente, minimizando la depredación de los más pequeños y no atraen/repelen animales debido a diferencias de humedad entre la trampa y la hojarasca. Además, estas trampas no solo pueden ser usadas en suelos con una capa profunda de hojarasca (como bosques o junglas), sino también en cualquier ecosistema que posee una capa de hojarasca bien definida, tales como bajo los arbustos de matorrales y sabanas. Este trabajo es también muy importante pues necesitamos entender cómo el cambio climático podría afectar negativamente las redes alimentarias (interacciones alimentarias entre especies) y las importantes funciones y beneficios que provee los ecosistemas del suelo. Ya estamos trabajando en ello, a través de herramientas como estas nuevas trampas y experimentos de campo en el que modificamos la lluvia o los depredadores. Así, no debemos perder esta oportunidad y conocer la maravillosa pero escondida fauna del suelo. Porque es patrimonio de todos y porque a todos nos protege, ahora más que nunca debemos estudiar y preservar los suelos y la vida que albergan.
GLOSARIO
Fauna del suelo
El conjunto de animales que viven dentro o sobre el suelo (colémbolos, ácaros, arañas, ciempiés, lombrices de tierra, etc.). Esto en contraste a la microbioma del suelo (bacterias y hongos) que también es importante para el funcionamiento del suelo.
Hojarasca
Capa superior del suelo de hojas muertas (1 cm-1 m de profundidad) en ecosistemas terrestres, como bosques y matorrales, que proporciona hábitat y alimento a una gran diversidad de organismos.
Redes alimentarias
Red natural de conexiones (interacciones) entre organismos que se alimentan unos de otros.
Actividad
La cantidad de movimiento animal por unidad de tiempo (minutos, horas, etc.).
Mesocosmos
Dispositivo, normalmente ubicado al aire libre, que encierra parte de un ecosistema y permite a los científicos controlar parámetros, como la precipitación, de forma más realista que en los experimentos de laboratorio.
RECONOCIMIENTOS
Damos las gracias a J. Pascual, N. Melguizo-Ruiz y O. Verdeny-Vilalta, coautores del artículo científico original; a E. de Mas, J. Pato y G. Jiménez, quienes ayudaron con el muestreo de campo; y a E. de Mas por las fotografías. Agradecemos también a la Unidad de Investigación de la Biodiversidad (UMIB, UO/CSIC/PA) en Mieres (Asturias) por su apoyo logístico. Este trabajo se ha realizado con el permiso del Gobierno de Asturias 2011/059163 y ha sido financiado por las subvenciones CGL2010-18602 y CGL2015-66192-R del Ministerio de Economía y Competitividad Español (fondos europeos FEDER), 020/2008 del Organismo Autónomo de Parques Nacionales de España y P12-RNM-1521 de la Junta de Andalucía (fondos europeos FEDER). DR-L gozó de una beca FPU (FPU13/04933) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte Español.
ARTÍCULO ORIGINAL
Ruiz-Lupión, D., Pascual, J.,Melguizo-Ruiz, N., Verdeny-Vilalta,O., and Moya-Laraño, J. 2019. New litter trap devices outperform pitfall traps for studying arthropod activity. Insects. 10:147. doi: 10.3390/insects10050147
REFERENCIAS
- Briones, M. J. I. 2018. The serendipitous value of soil fauna in ecosystem functioning: the unexplained explained. Front. Environ. Sci. 6:149. doi: 10.3389/fenvs.2018.00149
- Brackin, R., Schmidt, S., Walter, D., Bhuiyan, S., Buckley, S., and Anderson, J. 2017. Soil biological health - what is it and how can we improve it? Proc. Aust. Soc. Sugar Cane Technol. 39:141–54.
- Lang, A. 2000. The pitfalls of pitfalls: a comparison of pitfall trap catches and absolute density estimates of epigeal invertebrate predators in Arable Land. J. Pest Sci. 73:99–106. doi: 10.1007/BF02956438
- McCravy, K. W. 2018. A review of sampling and monitoring methods for beneficial arthropods in agroecosystems. Insects 9:170. doi: 10.3390/insects9040170
- Ruiz-Lupión, D., Pascual, J., Melguizo-Ruiz, N., Verdeny-Vilalta, O., and Moya-Laraño, J. 2019. New litter trap devices outperform pitfall traps for studying arthropod activity. Insects 10:147. doi: 10.3390/insects10050147
- Melguizo-Ruiz, N., Jiménez-Navarro, G., De Mas, E., Pato, J., Scheu, S., Austin, A. T., et al. 2020. Field exclusion of large soil predators impacts lower trophic levels and decreases leaf-litter decomposition in dry forests. J. Anim. Ecol. 89:334–46. doi: 10.1111/1365-2656.13101
- Shultz, B. J., Lensing, J. R., and Wise, D. H. 2006. E????ects of altered precipitation and wolf spiders on the density and activity of forest-floor Collembola. Pedobiologia 50:43–50. doi: 10.1016/j.pedobi.2005.10.001
EDITED BY: Helen Phillips, Saint Mary’s University, Canada
CITATION: Ruiz-Lupión D, Gavín-Centol MP and Moya-Laraño J (2021) Studying the Activity of Leaf-Litter Fauna: A Small World to Discover. Front. Young Minds 9:552700. doi: 10.3389/frym.2021.552700
CONFLICT OF INTEREST: The authors declare that the research was conducted in the absence of any commercial or financial relationships that could be construed as a potential conflict of interest.
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JÓVENES REVISORES
SASYAK: 12
Sasyak es un estudiante de la India. El es un ávido lector de libros de múltiples géneros. El es un apasionado participante de concursos de preguntas y olimpiadas, y es campeón de ortografía. El asiste a clases de fútbol y disfruta andar en bicicleta.
AUTORES
DOLORES RUIZ-LUPIÓN
Comencé mi carrera académica con dos licenciaturas, una en Ciencias del Mar y otra en Ciencias Ambientales, y más tarde obtuve un máster en Evaluación del Cambio Global. Posteriormente, completé mi doctorado en Ecología Evolutiva en la Estación Experimental de Zonas Áridas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EEZA-CSIC). Mi interés científico es el estudio de redes tróficas terrestres y acuáticas mediante experimentos de campo y de laboratorio, así como enfoques teóricas utilizando modelos matemáticos y simulaciones por computador. Soy muy entusiasta de la ilustración científica y diseño figuras para otros investigadores. *loli.ruiz@eeza.csic.es; loli.ruizlupion@gmail.com †Dolores Ruiz-Lupión, Laboratory for Arid Zones and Global Change, Department of Ecology, Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio "Ramón Margalef" (IMEM), Universidad de Alicante (UA), Spanien
MARÍA PILAR GAVÍN-CENTOL
Soy una estudiante predoctoral en la Estación Experimental de Zonas Áridas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EEZA-CSIC). Desde que era una niña, los animales siempre me han asombrado, pero aún más desde que supe que los nematodos (diminutos animales con forma de gusano) pueden «despertar» ¡después de pasar unos 40.000 años en hielo! Es por eso que, tras mis estudios de Biología, un máster y dos prácticas, comencé a investigar los mecanismos por los cuales, estos y otros animales del suelo, se ven afectados por el aumento de las sequías y cómo su inactividad provocada por la sequía afecta al funcionamiento de los ecosistemas, tanto en los naturales como en los modificados por los humanos.
JORDI MOYA-LARAÑO
He estado recolectando y observando insectos vivos en la naturaleza desde que era un niño. Soy apasionado por los espacios naturales y me considero un naturalista. Como consecuencia, también adoro mi trabajo como ecólogo evolutivo. En nuestro grupo, realizamos tanto experimentos de campo como de laboratorio para entender el rol del agua en las redes tróficas del suelo. También realizamos simulaciones computacionales que recrean tanto la ecología como la evolución en las redes tróficas, y mi sueño es alcanzar escenarios de simulación realistas que se ajusten a nuestros experimentos en terreno.
TRADUCTOR
ALEJANDRO PEREIRA
FINANCING (TRANSLATION)
The Translating Soil Biodiversity team gratefully acknowledges the support of the German Centre for Integrative Biodiversity Research (iDiv) Halle-Jena-Leipzig, funded by the German Research Foundation (DFG) (DFG FZT 118, 202548816).
CITATION (TRANSLATION)
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Recommended citation format: Ruiz-Lupión D, Gavín-Centol MP and Moya-Laraño J (2025) Studying the Activity of Leaf-Litter Fauna: A Small World to Discover. (Spanish translation: Alejandro Pereira). Translating Soil Biodiversity & Front. Young Minds. Originally published in 2021, doi: 10.3389/frym.2021.552700